martes, 3 de mayo de 2011

Esto va de comidas

Comer bien es un arte que muy pocos conocen. La ciencia de la gastronomía, la que estudia la comida en relación con el placer que produce, ha evolucionado y se ha perfeccionado hasta límites impensables. Al mismo tiempo se ha divulgado tanto que casi cualquiera es hoy entendido en vinos, quesos, licores, postres y cocina de diseño. Pero éste no es el arte al que me refiero; yo hablo de la comida como factor esencial en la consecución y mantenimiento de la salud, cosa que no está reñida en absoluto con el disfrute de los sabores y sus matices ni con la grata compañía en la mesa.

Cuando una madre enseña a su hijo a saber comer, le muestra las actitudes y costumbres de la buena educación, el uso de los cubiertos y los protocolos. Pero al igual que hicieron sus padres con ella, no le habla sobre la importancia y conveniencia de la selección de los alimentos, ni de la calidad que debe buscar en ellos ni tampoco de la proporción ideal de cada grupo de nutrientes.

Al llegar a adulto este niño podrá ser un experto en riojas, jamón y langostinos pero muy probablemente tendrá carencias importantes en su dieta que con el tiempo le llevarán a padecer obesidad, diabetes, enfermedades degenerativas, síndrome metabólico o muchas otras.

Para quienes se dedican a investigar la etiología, el origen de las enfermedades, la relación con los hábitos alimenticios es cada vez más evidente. Los que se niegan a verlo así son como aquellos que discuten el vínculo entre tabaco y cáncer de pulmón. Nuestro cuerpo regenera cada poco tiempo sus órganos y sus tejidos. Nuestro organismo no para de destruirse y reconstruirse. Constantemente mueren células y nacen otras que van a sustituir a las anteriores. Pero ¿de dónde obtenemos los materiales para esta continua construcción? Hay una sola respuesta: de la comida.

Cuando pensamos en construir una casa miramos bien los materiales que vamos a exigir al constructor, porque sabemos que de ello depende su estabilidad y duración así como nuestro bienestar. Igual cuando compramos un traje, un coche etc. No dejamos la elección al azar. Sin embargo, no todos actuamos de igual forma a la hora de comer. Creemos que nuestro cuerpo, "que es sabio", nos pide lo que necesitamos para mantener la salud. Yo no confiaría mucho en esto, a la vista de lo que la mayoría de nosotros acaba siendo de mayores.

Por hoy basta con lo dicho: hay una forma de comer bien que nos mantendrá saludables. En días sucesivos  habrá tiempo de hablar más de este tema que por extenso precisará varias entradas al blog.

2 comentarios:

  1. Muy justas y ajustadas palabras. Enhorabuena y un fuerte abrazo a todos.

    Guillermo

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  2. Soy el primer seguidor , lo que hace sentirme honrado por seguir a quien sabe lo que dice y lo que escribe , y fiel.

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